Poema: de José Arias Ynche
El velo de mi destino, indumentaria de ilusiones, cubre los pasos del tiempo, sobre mi cuerpo.
Una venda, tejida de ilusiones sin cimientos, cubre mis ojos.
Frente al espejo, creo una ilusión mágica, y de nuevo creo verme con menos edad.
Oh, velos de ilusiones, convivo con ellos, duermo con ellos, me despierto con ellos, y con ellos, creo ilusoriamente vivir en un mundo, en el cual, “el nunca jamás existe”
¡Ay de mí! que no acepto la realidad.
¡Ay de mí! Que vivo la vida, con ceguera sin ser ciego.
¡Ay de mí! Que trato de cubrirme, con indumentarias de ilusiones.
¡Ay de mí! Que trato de engañar al tiempo, engañándome yo mismo.
¡Ay de mí! Que hoy, al mirarme en el espejo, no pude crear ilusión mágica alguna, y pude contemplar la obra del tiempo, eximio escultor inigualable, el a tallado en mí, el paso de los años.
¡Ay de mí! Rompí el espejo, en mil pedazos, para no ver, el paso del tiempo, en mí, y en mil pedazos, veo la obra del tiempo ¡en mí!
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